FARO DEL CABALLO
El Faro del Caballo se encuentra en el monte
Buciero, en la entrada de la ría de Santoña.
Es un lugar increíble, muy bonito, incluso idílico
si no fuese por su ubicación tan bien "accesible". Es de esos sitios
que os invitaríamos a visitar, pero solamente apto para gente habituada a
caminar y SUBIR escaleras, unos 700 peldaños de diferentes alturas, causa del
escarpado terreno hace que su acceso por tierra se tenga que realizar a través
de una escalinata de 682 peldaños con la que salvar el desnivel.
Si el estado de la mar es el adecuado también
hay un acceso que permite atracar barcos, utilizando en este caso una
escalinata de 111 peldaños.
Se comienza en recorrido en el Fuerte de San
Martín y se asciende suavemente por el monte entre bosque y ramajes que no te
permiten ver nada, apto para todo el mundo. Eso es lo fácil! Tras una
subidita maja se puede descansar en un mirador desde el que se puede ver el mar
y la Punta del Fraile, un acantilado separado del principal.
Finalmente llegas a un lugar donde encuentras mucha gente sudando,
desfallecida, sin camisetas que parecen haber corrido un maratón y que te miran
con cara loco cuando dices que vas a descender… ¡No sé por qué! Cuando llegué al faro lo
entendí todo!! Hay un cartel que indica cuantos escalones que descenderás, pero
debería prevenir de la subida..
Cuando se desciende, llegamos al faro abandonado desde 1993, sin
linterna, cristales o puerta.. pero las vistas hacen reclamo a todos los
aventureros de la zona. Y es que puedes contemplar montañas que caen hacia el
mar, cuevas entre rocas, agua de color azul turquesa..
El faro que hoy vemos no conserva su originalidad, pues el edificio se
dividía en dos bloques, el primero de ellos destinado a vivienda del farero (ya
demolida) y el otro la torre del faro. La torre del faro es de forma
cilíndrica, ubicando la linterna en la parte superior dentro de una estructura
prismática acristalada con cubierta semiesférica. Lo remata un estrecho
corredor exterior con barandilla metálica. La altura del plano focal es de 24metros sobre el nivel del mar y de
13,36 metros sobre el terreno.
La linterna original funcionaba con aceite,
si bien una reforma posterior la sustituyó por una Maris. Más adelante se
actualizó con una instalación de gas acetileno con válvula solar, aunque una
última reforma eliminó el gas acetileno en favor de una batería de pilas.
Comenzó a funcionar el 31 de agosto de 1863. Cuando se encontraba en
funcionamiento, la apariencia de la luz era de 4 destellos cada 14 segundos.
Lo increíble de este faro es la mano de obra barata que emplearon, no tenemos
que ir muy lejos para ver que los reclusos de las cárceles eran los encargados
de estos trabajos. La escalinata del faro la llevaron a cabo los reclusos del
cercano penal de El Dueso.
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